Las rutas marítimas

Rutas marítimas en el transporte marítimo

Las rutas marítimas en el transporte marítimo  son vías de unos pocos kilómetros de ancho trazadas para evitar los inconvenientes que el transporte terrestre conlleva. Las rutas marítimas son puntos obligatorios y muy importantes en el transporte marítimo para conocer lugares estratégicos, limitaciones físicas (costas, vientos, corrientes marinas, profundidad, arrecifes de hielo) y fronteras políticas en el mar. En concreto las rutas marítimas son mapas dibujados sobre el agua intercontinental del planeta para mejorar el transporte marítimo.

Desde sus modestos orígenes en costas egipcias alrededor de 3200 años a. de C. el transporte marítimo ha sido siempre el soporte dominante del comercio mundial. Por el año 1.200  a. de C. barcos egipcios ya viajaban hasta Sumatra, lo que representa una de las mayores rutas marítimas de la época. Las potencias coloniales europeas, principalmente España, Portugal, Inglaterra, Holanda y Francia serían los primeros en establecer una verdadera red de comercio marítimo.

Con el desarrollo de la máquina de vapor a mediados del siglo XIX, el comercio marítimo se expandió considerablemente a medida que los buques ya no estaban sujetos a los patrones de vientos dominantes. Este atributo a largo plazo se ha visto reforzado por las tendencias recientes en los cambios en el comercio internacional y el comercio marítimo pues están relacionados entre sí. El transporte marítimo, al igual que todo tipo de transporte esta sujeto a la necesidad de la demanda.

A partir del año 2006, el comercio marítimo representó el 89,6% del comercio mundial en términos de volumen y 70,1% en términos de valor. El transporte sobre el mar es una de las industrias más globalizadas en términos de propiedad y operación. El transporte marítimo, similar  al transporte terrestre y por aire, funciona en su propio espacio, pero a diferencia de los últimos dos, el transporte por mar destaca en su eficiencia para el comercio.